Musicoterapia: La música tiene fuerza para curar
- mnradiointer
- 8 nov 2016
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Ritmo, melodía y armonía. Así podría definirse en tres palabras la música, o bien, como el arte de combinar los sonidos de forma agradable al oído. Para bailar, para cantar, cuando estamos tristes o felices, la música es un elemento que ha acompañado al ser humano desde los tiempos más remotos. Los beneficios que se le han otorgado a este arte, con el transcurrir de los años, sobrepasan las fronteras del entretenimiento o distracción. Hoy por hoy, se utiliza incluso para sanar o aminorar malestares y padecimientos físicos; para procesos conductuales y psicológicos. A esta práctica se le denomina musicoterapia.
El uso de la música con fines terapéuticos es tan antiguo como el hombre. Así lo dio a conocer la Licenciada Aury Tovar, Psicólogo Clínico, Musicoterapeuta y Vicepresidente de la Asociación Venezolana de Musicoterapeutas (ASOVEMUS), quien además comentó que “la musicoterapia consiste pues en el uso de la música y los elementos que la componen, para acompañar procesos terapéuticos en los que se induce, se evoca o se estimulan estados y conductas de diverso tipo”.
En el campo de la musicoterapia se cuenta con diversos modelos, técnicas y procedimientos aplicables al área conductual, psicológica o física, según sea el caso. Tovar, comentó a PITOQUITO la existencia de dos tipos de musicoterapia: la pasiva y la activa. La primera, está referida a cuando la persona es expuesta a sonidos o estructuras musicales destinadas a ser escuchadas para provocar un efecto o un estado. “Es una técnica en la que se utilizan música o sonidos para inducir una relajación guiada destinada a accesar al hemisferio derecho donde ocurren los procesos creativos”, aseguró. En el caso de la activa, se estimula la participación de la persona en actividades asociadas a la música tales como la improvisación, la ejecución de un instrumento (no hace falta ser músico para hacerlo); o la combinación de música ya grabada con otra forma de arte como lo es la danza, la pintura o la escultura. “Consiste en trabajar improvisaciones tanto individuales como colectivas con personas con problemas físicos, emocionales o mentales”, enfatizó.
Particularmente en niños, el uso de esta disciplina es muy eficaz, puesto que los mismos de manera natural, responden a la música, son curiosos y están dispuestos a la experimentación. Su aplicación en ellos puede tener lugar incluso desde antes del nacimiento. Así mismo, la Psicólogo destaca que “existen infinidad de combinaciones con las que se puede incidir en todas las áreas aprendizaje de un niño: lenguaje, motricidad, socio-emocional, afectivo y aprendizaje de hábitos”.
El éxito de la música como alternativa de salud radica en una característica que difícilmente otros métodos posean: la versatilidad. A fin de ejemplificar la magnitud del impacto de la musicoterapia, la especialista expone que ninguna prescripción médica puede incluir una medicina, pócima, píldora o brebaje que tenga el poder de hacer olvidar, pero que a su vez haga recordar; que calme pero active, que entristezca y tenga la propiedad de alegrar. La música tiene esa fuerza.
La musicoterapia se puede utilizar en combinación con otras disciplinas y formas de expresión artística como la pintura, escultura, danza, poesía y literatura. Y aunque es indispensable tener presente que no es mágica, ni puede ser utilizada en sustitución de ningún tipo de medicina o tratamiento médico; la música con su poder, toma un rol protagonico en el camino de la curación de enfermedades.
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